Belén Esteban ha explicado este lunes en el juicio contra su exrepresentante Antonio Sanchís, al que acusa de haberse apropiado indebidamente de 339.549 euros entre 2009 y 2015. La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid comenzó la vista en la que la Fiscalía solicita tres años y medio de cárcel y que el acusado indemnice a la artista con el dinero aún no devuelto. La acusación particular pide cuatro años y medio de prisión y una indemnización ligeramente superior, mientras que la defensa reclama la libre absolución, argumentando que Sanchís no firmó personalmente el acuerdo que se le imputa ni otros documentos relacionados.

La colaboradora relató que conoció a Sanchís en 2008 y se hicieron "grandísimos amigos", llegando a considerarlo "parte de la familia". Durante seis años lo representó y le dejaba gestionar contratos y facturas sin sospechar que "se quedaba con dinero". Según Esteban, el primer indicio de irregularidad llegó en 2015, tras salir de un reality televisivo, cuando un allegado le advirtió de posibles problemas, por lo que decidió encargar una auditoría, especialmente porque Hacienda ya la había inspeccionado en varias ocasiones.

Esteban explicó que, al solicitar contratos y documentos a su representante, este no se los proporcionó, por lo que comenzó a recabar información productora por productora, descubriendo junto a su contable que Sanchís cobraba entre un 30% y 40% de comisión, superior al 20% estipulado en contrato entre su empresa, Bem Imaging, y la Agencia de Servicios Lorant S.L., propiedad de Sanchís.

La colaboradora insistió en que solo firmó un contrato, que nunca modificó ni acordó verbalmente otro, y recordó que Sanchís le dejó una hipoteca de 260.000 euros y una casa destrozada.

La contable actual de Esteban corroboró las irregularidades detectadas en 2015, tras analizar numerosos contratos y facturas. Por ejemplo, señaló que por la presentación de un libro, Esteban debía cobrar 100.000 euros, pero solo recibió 65.000. La contable añadió que, en algunos contratos firmados por la Agencia de Servicios Lorant, aparece la firma de la administradora, pero en otros documentos firmaba Sanchís, lo que facilitaba la apropiación indebida.

Ni Esteban ni Sanchís realizaron declaraciones al entrar o salir de la sede judicial, aunque la colaboradora aseguró sentirse "tranquila", porque considera que cuenta "la verdad". Por su parte, Sanchís ha solicitado declarar al final del juicio.

El proceso continuará este martes con la declaración de testigos, en el que se espera que se aporten más detalles sobre la gestión económica de Esteban durante los años en que Sanchís la representó.