Restos de animales, vasijas y opio en Cueva Fantasma, el yacimiento más grande de Atapuerca

En otro de los yacimientos, El Mirador, la abundancia de restos de vasijas encontrados permitirá realizar estudios sobre la alimentación que contenían

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Restos de animales, vasijas y opio en Cueva Fantasma, el yacimiento más grande de Atapuerca
Trabajos en el yacimiento de Cueva Fantasma en Atapuerca. (Foto: EFE)
El autor esIsabel  Rodríguez
Isabel Rodríguez
Lectura estimada: 3 min.
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Cueva Fantasma, el yacimiento más grande de la sierra de Atapuerca, se ha revelado como un espacio especialmente rico en restos dentro del complejo debido a su diversidad, ha informado este jueves uno de sus investigadores, Juan Marín, y publica EFE. 

La parte al aire libre fue un refugio donde criaban las hienas, que lo llenaron de huesos de diversas especies con tal densidad que se están dejando sobre el terreno para poder tomar fotografías en tres dimensiones de alta resolución, antes de retirar restos de muchos animales herbívoros pero también carnívoros, incluso hienas que llegaban a comerse los huesos de otros ejemplares de su especie.

Entre esos huesos, de hace entre 40.000 y 120.000 años, han aparecido varios correspondientes a renos, de hace unos 40.000 años, lo que hace pensar a los investigadores que en ese momento hubo en la zona una temporada de temperaturas muy bajas, especialmente en zonas altas como la sierra de Atapuerca.

Junto a ese gran depósito hay una parte en la que el sedimento incluye un elevado número de huesos de caballos que no fueron atacados ni consumidos por las hienas, aunque se sospecha que pudieron ser animales enfermos que se acercaban a esa zona porque había agua y terminaban muriendo allí.

La tercera parte es la propia cueva que da nombre al yacimiento, que aún se está empezando a excavar.

Industria lítica y Neandertales

Los investigadores han encontrado ya restos de industria lítica que hace pensar que estuvo poblada por neandertales, una especie de homínido de la que apenas han aparecido restos en Atapuerca.

Otro de los investigadores, Josep María Vergés, ha explicado que tendrán que profundizar unos ocho metros para llegar a donde creen que estaba la boca de la cueva.

Una vez retirado el sedimento podrán acceder a lo que fue la entrada de la cueva, donde esperan encontrar restos de neandertales, aunque después tendrían que excavar unos quince metros para llegar a los niveles más antiguos, que estiman entre el millón y el millón y medio de años, coincidiendo con los más antiguos de Atapuerca, situados en la Sima del Elefante. Estima que se tardará entre veinte y treinta años en llegar a ese nivel.

Vasijas y opio

En otro de los yacimientos del complejo, El Mirador, trabajan en una época mucho más reciente, con restos de hace unos 7.500 años.

La principal novedad es que la abundancia de restos de vasijas encontrados permitirá realizar estudios sobre la alimentación que contenían e, incluso, qué cocinaban en algunos de esos recipientes.

Lo que ya parece claro es que cocinaban utilizando trigo en una especie de pasta, aunque los estudios permitirán averiguar mucho más, tanto mediante el uso de tomografía de gases como por pruebas físicas y químicas, además del uso de la arqueología experimental para reproducir los recipientes o la comida que albergaron.

De momento, otro de los investigadores, Josep María Vergés, ha adelantado que han encontrado restos de un opiáceo en uno de los recipientes, aunque trabajan con la hipótesis de que no era para un consumo de ocio, sino para calmar algún dolor intenso.

Restos de animales

Mientras tanto, en otro de los yacimientos de la zona de la Trinchera, el más antiguo de Atapuerca en cuanto a su excavación, Galería, siguen apareciendo restos de animales de todo tipo.

Una de las investigadoras de este yacimiento, Isabel Cáceres, ha explicado a EFE que debía ser un lugar de caza, donde los animales caían a una sima que funcionaba como una trampa natural.

Hace unos 450.000 años, los habitantes de Gran Dolina, donde tenían el campamento, se desplazaban a esta sima para recoger la carne que pudieran, por lo que se han localizado restos de herramientas líticas pero solo esqueletos parciales.

"Dejaban las carcasas, la columna y las cabezas y se llevaban la carne, especialmente las patas, por lo que esos huesos de las patas son los que aparecen en lo que fue su campamento, en Gran Dolina", ha explicado la investigadora. 

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