"La altitud y el suelo". El presidente de la Denominación de Origen Protegida Vinos de Valtiendas, José Galindo, destaca las dos características que hacen de este terruño un lugar único "donde grandes enólogos ya han comentado que quisieran trabajar".

Tribuna de Segovia (TSg): ¿Qué hace especial a Valtiendas?

José Galindo (JG): Estamos en el Páramo de Corcos, limítrofe a la Ribera del Duero, pero a una altitud media de 930 metros. Somos la región vinícola más alta de Europa y el cambio climático, que ya afecta a otras regiones y las hace más cálidas – lo que provoca que cambien de sabor – a nuestro páramo no le afecta y mantenemos contrastes de temperatura que producen vinos más ligeros, de mayor acidez, con carácter definido.

TSg: ¿Y el suelo?

JG: En Valtiendas hacemos vino de páramo. Estamos en una planicie donde hay tres tipos de suelo. En el propio páramo, el suelo es de canto; en la zona de Sacramenia y Cuevas de Provanco, es predominante la arcilla calcárea; y en los terruños cercanos al pinar, los suelos son los de la Tierra de Pinares, las arenas silíceas tan conocidas. Esta variedad de suelo facilita que se produzcan vinos distintos. La variedad permite al enólogo trabajar con esos matices, buscar diferencias que distinguen a Valtiendas del resto.

TSg: ¿Cuál es la historia de Valtiendas?

JG: Estamos en una zona vecina a la Ribera del Duero. Aquí era tradicional cultivar la uva y la producción de vino, pero hace décadas fueron desapareciendo las bodegas y la producción artesanal. Entonces no se comprendió la calidad de estos vinos, no se apreció el potencial de la comarca. Poco a poco, con mucho esfuerzo, se está recuperando la tradición del vino en estos terruños.

TSg: ¿Cuántas bodegas forman la DOP? 

JG: Ahora mismo hay 6 bodegas, con 10 productores. Los principios no han sido fáciles. Ahora comienza a verse el desarrollo de la idea, se nota más comunicación, se aprecia Valtiendas como vino de calidad. Pero este es un proceso de hace entre 6 y 8 años.

TSg: Un reto de los nuevos productos es la comercialización...

JG:  Hasta hace casi una década, Valtiendas existía pero no se entendía como vino de calidad. Era un vino más, con poca producción. Ahora se está comunicando su calidad, sus características, la puesta en escena de una tierra diferente que da un vino diferente. Ahora hay un desarrollo económico más amplio en la comarca. Se exporta nuestro vino a toda Europa. Hemos logrado desarrollar la marca de Valtiendas y ahora decir 'Valtiendas' es decir 'vino de calidad'.

TSg: ¿Qué variedades tienen sus vinos?

JG: Casi el cien por cien es tempranillo. Y se está probando cabernet-souvignon, godello o garnacha, entre otras, para ofrecer un abanico más amplio. Nuestra intención no es repetir lo que ya se hace en Ribera del Duero, sino lograr vinos de Valtiendas, con carácter propio. Dejamos al enólogo que desarrolle con libertad las posibilidades de Valtiendas, que no repita lo que ya se hace en todos lados.

Ya sabemos que nuestros grandes vecinos hacen grandes tempranillos. Pero no queremos hacer lo mismo que nuestros vecinos. En Valtiendas buscamos otra sintonía. Tenemos proyectos de grandes enólogos que llegan desde zonas vecinas y ya están planteando iniciar trabajo aquí, para crear nuevos vinos, para ampliar las opciones.

Estamos, por altitud y suelo, en una de las mejores zonas de vinos de España, que es decir una de las mejores del mundo: podemos ofrecer vino de gran calidad. Hasta ahora hemos estado ocultos por la gran producción de las zonas vecinas, pero ya podemos ofrecer un vino diferente, con carácter propio y de enorme calidad.

TSg: ¿La cercanía a Madrid es una ventaja para la venta?

JG: La cercanía a Madrid nos permite estar en los mejores restaurantes de la capital. En Madrid nos conocen el público y los mayoristas, porque trabajamos con sumilleres y jefes de sala para dar a conocer Valtiendas, y se nota ese trabajo.

En otras zonas de España, como en el Norte, no hemos desarrollado tanto el mercado, no se ha hecho tanto esfuerzo. Pero tampoco podemos intentar llegar a todos los destinos: Valtiendas produce unas 40.000 botellas al año. Es imposible plantear una producción de 200.000 botellas, es impensable para Valtiendas. Por extensión y por características, producimos calidad.

Las bodegas de Valtiendas son pequeñas, autosuficientes, dedicadas a trabajar con calidad máxima, sin pensar que por vender más haremos vinos mejores. Aquí, la cantidad está reñida con la calidad. Ahora no tenemos una infraestructura para producir medio millón de botellas al año, pero si la tuviésemos ¿sería la misma calidad que la que damos ahora, con 40.000 botellas?

TSg: Esa imagen de productor pequeño, artesano, que mima el vino, es un mensaje atractivo para decidirse por un Valtiendas...

JG: El vino no es un producto constante, de fórmula matemática. Todos los años no es igual: la añada, el clima, la pluviometría, el trabajo en la bodega... Cada productor cuida la vendimia año por año y busca otra cosa distinta a la de un vino uniforme.

TSg: ¡Esta filosofía es la que marca la diferencia!

JG: El camino ha sido difícil, es difícil. No tenemos un modelo de grandes zonas ni grandes bodegas, con altos presupuestos. Y no buscamos parecernos a esos modelos. Valtiendas busca un vino distinto, un producto diferente. Y sabemos que éste es el futuro de los grandes vinos.

Si algunos de los mejores enólogos del mundo ya se están fijando en Valtiendas como ejemplo de producción diferente, cuidada, y en una zona de España inigualable por clima y suelo, el futuro está en Valtiendas.