Los whatsapp entre Sánchez y Ábalos sacuden la actualidad con revelaciones incómodas y polémica por su filtración

Las conversaciones privadas publicadas tensan al PSOE, alimentan las críticas del PP y reabren el debate sobre los límites de la privacidad y el interés público

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Los whatsapp entre Sánchez y Ábalos sacuden la actualidad con revelaciones incómodas y polémica por su filtración
Ábalos y Sánchez
Teresa Sánchez
Teresa Sánchez
Lectura estimada: 3 min.

Los mensajes de WhatsApp entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el exministro José Luis Ábalos, publicados en exclusiva por El Mundo, han centrado el foco mediático y político en los últimos días. En ellos se recogen intercambios personales y políticos que, según el citado medio, abarcan desde palabras de apoyo hasta tensiones internas, pasando por referencias a líderes autonómicos socialistas. Las reacciones no se han hecho esperar: desde las filas del PSOE se denuncia una campaña de desgaste basada en filtraciones ilegales, mientras el Partido Popular acusa directamente a Sánchez de estar implicado en la presunta trama de corrupción que afecta a Ábalos.

Uno de los mensajes más comentados corresponde al 6 de noviembre de 2021, cuando, tras cuatro meses sin contacto, Sánchez escribió a Ábalos para expresarle su solidaridad ante informaciones comprometedoras: "Te escribo para trasladarte mi solidaridad ante los infundios que, por desgracia, estamos viendo en los medios". El exministro respondió de forma escueta: "Gracias, presidente". Este intercambio ha sido interpretado por la oposición como una prueba de que Sánchez no era ajeno a las actuaciones de su entonces mano derecha.

Según las informaciones publicadas, Sánchez y Ábalos retomaron gradualmente el contacto tras el mensaje de noviembre. Hubo felicitaciones personales, intercambios de ideas y, en abril de 2023, Ábalos volvió a tener un rol informal como asesor, enviando reflexiones estratégicas para reforzar la campaña electoral del PSOE. 

División en el PSOE y cautela en Ferraz

Mientras varios ministros del Gobierno han condenado la publicación de los mensajes por vulnerar la privacidad, en la dirección del PSOE se ha optado por no emprender, por ahora, acciones legales. La portavoz socialista, Esther Peña, afirmó que se trata de "una cuestión grave", aunque el partido mantiene la calma públicamente. Desde el Ejecutivo, ministros como Luis Planas, Ana Redondo o Jordi Hereu han calificado las filtraciones de "delito", "hecho grave" y "denunciable", respectivamente.

Sin embargo, algunos dirigentes territoriales socialistas han adoptado un tono más crítico hacia el contenido de los mensajes. Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, se mostró sorprendido por la existencia de estos intercambios y señaló que Sánchez y Ábalos eran "uña y carne". Javier Lambán, expresidente de Aragón, fue más allá al revelar episodios de tensión con Sánchez, al que describió como una persona que reaccionaba con "ira y pérdida de control" ante opiniones contrarias.

El PP exige explicaciones 

Desde la oposición, el Partido Popular ha aprovechado las revelaciones para reforzar su crítica al Gobierno. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, lamentó que Sánchez "esté más pendiente de sus mensajes que de los problemas reales del país, como el caos en Renfe". Por su parte, Cuca Gamarra, secretaria general del partido, aseguró que los mensajes prueban que "Pedro Sánchez no era ajeno a la trama" por la que está siendo investigado Ábalos.

Presidentes autonómicos del PP también se han sumado a las críticas, con la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso afirmando que "la corrupción no va a acabar con Sánchez, sino que lo ata al poder", y Juanma Moreno, presidente andaluz, denunciando el "tono cesarista" del presidente hacia sus propios compañeros.

¿Interés público o invasión de la intimidad?

Más allá del contenido, la publicación de los mensajes reabre un viejo debate sobre los límites entre la privacidad de los líderes políticos y el derecho de la ciudadanía a conocer determinadas informaciones. Algunos sectores consideran que las conversaciones podrían tener valor informativo si afectan a decisiones de gobierno, mientras que otros denuncian una vulneración flagrante de la intimidad y una peligrosa normalización de filtraciones ilegales como arma política.

Por ahora, ni el Gobierno ni el PSOE han confirmado el contenido de los mensajes, ni han anunciado medidas legales contra el medio que los ha divulgado. El caso sigue abierto, tanto en el terreno mediático como en el político, y promete seguir marcando la agenda en los próximos días.

1 comentario

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usuario anonimo hace 2 horas
Ahora a Sánchez y sus progres les parece mal que haya habido filtraciones de su whatsapp, vaya, es lo que tiene tener como amigos a gente como Ábalos, Koldo y sus "secretarias"
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