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De Ucrania a Valladolid: el trayecto de una mujer que huyó de la guerra con su bebé de tres meses en brazos

La joven, por aquel entonces de 27 años, tuvo que salir de su país por "miedo" a perder no solo su vida, sino también la de su criatura recién nacida

De Ucrania a Valladolid: el trayecto de una mujer que huyó de la guerra con su bebé de tres meses en brazos
Fotografía cedida por Cruz Roja.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 3 min.
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El 24 de febrero de 2022 fue un día inolvidable que ya está marcado en los libros de historia. Por desgracia, no es por un récord o un hito inalcanzable, sino por la invasión de Rusia a Ucrania. Muertes, heridos, personas que han perdido su rutina y, con ella, familiares, allegados o amigos. Sin embargo, al final de este túnel se ilumina una luz para todos aquellos que sobrevivieron como pudieron. 

Entre esas personas, se encontraba Kateryna Veretckaya, una mujer ucraniana de 27 años por aquel entonces que tenía a su bebé de tres meses en brazos. Gracias a Cruz Roja, entre otras razones, Kateryna ha logrado salir de ese atolladero bélico que, sin ninguna razón, estuvo implicada porque vivía en Bucha, una de las ciudades que se llevó la peor parte del conflicto al perder más de 400 civiles a costa de los continuos ataques de la Rusia de Vladimir Putin.

En un primer momento, tal y como reconoce en una entrevista que concede a TRIBUNA, pensó que la guerra "iba a terminar pronto" y que, días después, iba a recuperar, de nuevo, la normalidad. Sin embargo, como los ataques no cesaban, Kateryna intentó huir, pero no la dejaron hasta ya pasadas dos semanas, que es cuando pudieron poner los pies en Polonia, donde les esperaban "familiares del padre" de su pequeño que, además, vivían en Valladolid. La joven sitúa el 9 de marzo de aquel fatídico 2022 como un antes y un después en su vida porque empezó a alejarse, por obligación y no por gusto, de su país. "Afortunadamente, logramos huir a Polonia, donde nos esperaban familiares del padre de mi hijo. No tuvimos muchas más opciones. Queríamos que el niño viviera una infancia tranquila y, por eso, decidimos alejarnos de Ucrania", recuerda.

A partir de ahí, no fue fácil su viaje hasta Valladolid, pero tiraron de coraje y de valentía. Tras cruzar Polonia, llegaron a Berlín, donde cogieron un vuelo hasta Madrid y, desde la capital de España en coche a Valladolid. La joven asegura que estuvieron "mucho tiempo" refugiados hasta que Valladolid les acogió. Eso sí, no se la quitaba de la cabeza las "bombas" que escuchó "todo el rato" hasta que salió de Ucrania. "Nos estaban atacando por todos los sitios, había muchísimos helicópteros", añade. De hecho, la joven sostiene que pasó "miedo" no por ella, sino por su "hijo". Era la segunda vez que vivía de cerca un conflicto, ya que, en realidad, donde pasó la infancia fue en Crimea, una ciudad que en mitad de protestas y discrepancias políticas, formó parte de Rusia sin que esta usara una fuerza desmedida, la misma que, finalmente, utilizó ocho años después. Y es que Kateryna se marchó de Crimea en 2014 y tuvo que huir de Bucha en 2022. "Mi ciudad estáprácticamente destruida", apunta.

Ya en 2024, a Kateryna, a pesar de todo, no se la quita ni un ápice de su sonrisa. Trabaja con niños ucranianos, también los fines de semana, y sigue cuidando de su pequeño de dos años. Es cierto que tuvo una temporada, como ella bien apunta, que le costó encontrar trabajo, pero Cruz Roja volvió a tenderla la mano, algo que siempre ha hecho, y la ayudó todo lo posible para que volviese a trabajar. "Ahora estoy aprendiendo idiomas", comenta. Afortunadamente, la joven da las gracias de que su niño sea "muy pequeño" porque, como "no se entera de nada", desconoce lo que está pasando. No obstante, esta circunstancia no la quita las ganas que tiene de dar pasos hacia adelante.

Kateryna, en este sentido, intenta convencer a sus familiares en Ucrania de que hagan lo mismo porque está "preocupada" por ellos. "Mi familia está viviendo entre bombas y cohetes. Es cierto que últimamente la zona está algo más tranquila. Mi abuela me dice que no va a huir porque es su casa, donde ha vivido toda la vida". Ella, que al fin y al cabo tiene que aceptar la postura de sus seres queridos, sabe que en Valladolid ha encontrado la respuesta a sus problemas, algo que parecía imposible cuando veía pasar la guerra en Bucha con su bebé de tres meses en brazos.

 

Más Info.

LABOR DE CRUZ ROJA

La intervención de Cruz Roja consiste en integrar a la persona en la sociedad española asegurando un acompañamiento constante a la misma hasta que logre alcanzar una autonomía plena. En estos casi dos años, se han dado casos de familias que regresaron a Ucrania, otras que se reagruparon con familiares en otro país, otras que reiniciaron sus vidas en otro continente y las que decidieron quedarse. De ellas, algunas ya viven de forma autónoma con empleo estable y fuera del sistema de acogida estatal.