La revolución Tecnológica ha llegado al sector agrario y Castilla y León quiere situarse en la vanguardia de ese cambio. La Junta ha puesto en marcha el Programa de Extensión Agraria Digital, un programa pionero que busca que la digitalización deje de ser una promesa abstracta para convertirse en una herramienta real al servicio de agricultores y ganaderos. El objetivo es ambicioso: modernizar el campo, impulsar la competitividad y garantizar el relevo generacional en una Comunidad que concentra más de la mitad de la superficie cerealista de España y cuya economía rural constituye un pilar productivo fundamental.

La Administración autonómica define esta iniciativa como un puente entre el conocimiento digital y quienes trabajan la tierra y el ganado. No se trata simplemente de introducir nuevas tecnologías, sino de hacerlo con un enfoque práctico, exclusivo para el sector agrario de Castilla y León y con un acompañamiento constante a los profesionales que deben utilizarlas. Extensión Agraria Digital consolida una visión: unir conocimiento, herramientas y formación para que cualquier profesional del campo pueda convertir datos y tecnología en productividad, reducción de trámites,valor añadido y calidad de vida. No es un proyecto experimental, sino un cambio estructural que pretende reforzar el presente y garantizar el futuro del sector agrario en Castilla y León.

En una Comunidad donde el campo no solo define el paisaje, sino también la economía y la cultura, esta apuesta marca un punto de inflexión. La transformación digital del sector agrario ya no es un horizonte lejano: está en marcha y se despliega sobre el terreno, máquina a máquina, explotación a explotación, cosecha a cosecha, sensor a sensor, dato a dato, software a software.

TRES ÁREAS OPERATIVAS

Extensión Agraria Digital se despliega a través de tres grandes líneas de acción, diseñadas para que la tecnología repercuta en la eficiencia, la sostenibilidad y la simplificación de procesos.

Investigación e innovación.
La Junta impulsa proyectos centrados en el desarrollo de tecnologías adaptadas al entorno agrícola y ganadero de la Comunidad. Estos incluyen sensores capaces de monitorizar cultivos o ganado en tiempo real, sistemas de información predictivos o herramientas de análisis de datos que permiten optimizar recursos como el agua, los fertilizantes o la alimentación animal. La innovación se entiende aquí como un proceso práctico: desde la idea hasta su aplicación real en la explotación.
Desarrollo de herramientas digitales propias.
Lejos de depender exclusivamente de soluciones externas, la Administración autonómica diseña y mejora plataformas orientadas al uso profesional. La prioridad es que estas herramientas respondan a las necesidades reales del sector y sean accesibles para usuarios con niveles de capacitación tecnológica distintos. El propósito es claro: que la digitalización sea útil desde el primer día.
Transferenciade conocimientos.
Este eje busca cerrar la brecha entre tecnología y campo. No basta con ofrecer un software o un sistema de monitorización; es necesario acompañar al agricultor o al ganadero en su conocimiento y en su adopción. Para ello, el programa facilita asesoramiento técnico, talleres y acompañamiento especializado. Los profesionales no solo aprenden a utilizar las herramientas, sino a sacar de ellas un valor económico real.

Las metas del programa apuntan a convertir la digitalización en una palanca transversal del sector agrario y es que la automatización y el uso inteligente de los datos se plantean como fórmula para reducir costes, optimizar recursos y mejorar la productividad. Por ejemplo, los sistemas de monitorización o irrigación inteligente permiten ajustar el riego a las necesidades concretas del cultivo, favoreciendo la sostenibilidad y evitando pérdidas.

La digitalización también promete aliviar la carga burocrática del sector, uno de los grandes dolores de cabeza para los profesionales. Sistemas digitales de registro y gestión simplificarán trámites administrativos y garantizarán el cumplimiento normativo, desde controles sanitarios hasta trazabilidad alimentaria. A su vez, un mejor registro de datos y procesos facilita la protección del consumidor y fortalece la seguridad alimentaria en toda la cadena productiva.

El uso de datos en tiempo real, modelos predictivos y herramientas de alerta temprana puede también marcar la diferencia ante fenómenos tan relevantes como las sequías, las plagas o los cambios bruscos de mercado. El campo deja así de reaccionar a posteriori para anticiparse a los problemas.

HERRAMIENTAS PARA NO DEJAR A NADIE ATRÁS

Extensión Agraria Digital se apoya en soluciones que muchos agricultores y ganaderos de Castilla y León ya conocen. La plataforma SATIVUM permite una gestión integral de explotaciones agrícolas, con registros, planificación y análisis, convirtiéndose en el 'cerebro' digital de la explotación.

A ella se suman herramientas sectoriales de alto valor añadido: la Red GNSS, un sistema de posicionamiento satelital con precisión centimétrica que facilita el guiado de maquinaria y reduce solapes en las labores agrícolas; Inforiego, un servicio que ofrece recomendaciones basadas en información climática y edáfica para un uso más eficiente del agua; o el Cuaderno de Explotación de Castilla y León (CUECYL), clave para el registro digital de datos y el cumplimiento normativo. La Unidad Veterinaria Virtual, por su parte, actúa como ventanilla digital para trámites sanitarios y movimientos de ganado, reduciendo tiempo y desplazamientos.

La integración de estas soluciones en un ecosistema común es uno de los pilares del proyecto: no se trata de una colección de herramientas aisladas, sino de un sistema que las conecta y potencia.

Uno de los retos más importantes de la digitalización del campo es la capacitación. La Junta canaliza este proceso a través de CYL DIGITAL AGRO, en colaboración con la plataforma CYL DIGITAL. El programa ofrece sesiones presenciales y online, abiertas a toda la población rural, pero dirigidos principalmente a agricultores y ganaderos. Los contenidos abarcan desde webinars de iniciación hasta cursos sobre herramientas específicas, actualizados en la web oficial del programa. La formación no se centra solo en el manejo técnico, sino en casos de uso reales: cómo interpretar datos, reducir costes o cumplir normativas sin complicaciones.

La Red de Espacios CYL DIGITAL -desplegada por todo el territorio-, lleva la capacitación en competencias digitales generales a zonas rurales donde, tradicionalmente, la oferta formativa suele ser más limitada. Allí se proporcionan recursos, acompañamiento y soporte continuado.

Además, el programa de Extensión Agraria Digital de Castilla y León oferta la formación gratuita en competencias digitales específicas, en su página web y en las redes sociales del Programa (Facebook, X, Instagram y LinkedIn).

Como dato, desde la puesta en marcha del Programa, se cuenta con más de 1.000 seguidores en las redes sociales con números de impresiones e interacciones ''in crescendo'. Se han ofertado más de 60 actividades formativas, en las modalidades en línea y presencial, que suman más de 900 horas lectivas y con la participación de más de 1.000 personas. En Redes Sociales se han realizado más de 700 publicaciones, que han tenido más de 100K (100.000) impresiones y más 5.000 interacciones.

Cabe destacar los cada vez más numerosos colaboradores del programa, desde colaboradores sectoriales y administrativos hasta colaboradores tecnológicos. Y emblemática es la colaboración del grupo de 'agroentusiastas digitales', formado por agricultores y ganaderos de las nueve provincias, con inquietudes en la cultura y en la transformación digitales, y que han elegido el slogan del Programa: Digitaliza tu campo, cultiva el futuro, y participan en las acciones del Programa.

La iniciativa se completa con la red AKIS Castilla y León (AKISCyL), un sistema participativo que reúne a administración, centros de investigación, empresas tecnológicas, asesores y organizaciones profesionales. Su misión: transformar las necesidades reales del sector en proyectos concretos y medibles. A través de grupos de conocimiento, el programa genera conclusiones prácticas que se trasladan directamente a la Consejería. El objetivo es evitar que la digitalización llegue ‘de arriba abajo’ y convertir a los protagonistas del campo en parte activa de la transformación.

La digitalización se contempla como un instrumento para revitalizar el medio rural, fijar población y mejorar la posición de Castilla y León en mercados agrícolas cada vez más competitivos.